La música en todos sus ámbitos tiene una base jodidamente perfecta, detrás de ella se ocultan exhaustivas mediciones, ondas que se propagan con el aire, que se combinan entre sí para dar lugar a sonidos, sonidos que se mezclan y crean todo tipo de combinaciones melódicas. Hasta el ruido tiene una base matemática innegable, así que piensa ¿podrías vivir sin música?
Mucha gente no suele apreciar la música si no se dedican a ello, otros, por suerte, la apreciamos, la vivimos, la amamos, la buscamos, hacemos de ella una parte importante de nuestras vidas, una parte sin la cual no podríamos vivir. Y es cierto que no todos tenemos el mismo gusto musical, si no la variedad no existiría, y también es cierto que se puede llegar a odiar algo de música en particular, pero eso no evita que estemos abiertos al resto. Con esto quiero decir que la música hay que respetarla, quererla y cuidarla por encima de todo, porque aunque no sea la misma, seguirá siendo una herencia para el futuro.
La música nos une, nos hace evadirnos del mundo, nos emociona, nos hace estar triste, alegres, distraernos de nuestros problemas, nos inspira, nos incita a bailar, a vivir, a disfrutar de cada segundo de nuestro tiempo. Es una necesidad fisiológica no reconocida.
Recuerden, la música es inspiración, vida, un jodido arte sin medida.


