En primer lugar, me encanta ese rollo que tienen las tías de "hacerse las duras" cuando conocen a un tío, con el nada gracioso fin de que éstos les insistan hasta límites insospechados, o hasta que ellas muestren algo de interés, lo que sea más corto. Pero aquí es cuando surge el dilema, pues desde que una tía siente que te tiene de rodillas ante ella, se cansa, se cansa y le aburres; se cansa, le aburres y pasa de ti como si no existieras, como si no te conociera de nada. Estos efectos se contrarrestan con una dosis de ignorancia por parte de él, lo que genera que se reavive esa curiosidad de la mujer, siempre y cuando le importes algo, si no, es mejor que te vayas olvidando del tema.Ahora vayamos al mundo masculino, para nada extenso dada la simpleza de nuestro género, según la sociedad. ¡Y una mierda colega! Por ejemplo, ante la cuestión anterior, un hombre puede reaccionar de tres formas diferentes: insistiendo hasta la saciedad, llegando a hacer el ridículo; intentando llevarse a la tía a su terreno de formas varias, con éxito o no; o lo que suelo hacer yo, aburrirme y mandarlo todo a la mierda, para que después de unos meses me diga a mí mismo "chacho eres subnormal, pero si era un pibón, ¿cómo pudiste pasar de ella?". Pues pasando y listo, sin trajines ni quebraderos de cabeza, sin volverte loco para que al final no pase nada, o sin exponerte a sentir algo más que después sea capaz de hacerte daño.
No soy muy amante de la caballerosidad y siempre lo he dicho, eso se perdió cuando llegaron los feministas con la igualdad de género. Pero sí es cierto que, por suerte o por desgracia, poseo un visión algo clásica en ese sentido, no sé si por mis raíces latinas o por el calorcito que tenemos siempre en la isla, que facilita que la gente sea más pasional, no sé, pero para mí la mujer siempre debe ser tratada como una reina, pues ellas son capaces de sacar lo mejor de ti, de rescatar los sentimientos más enterrados en tu ser. Son musas de carne y hueso que caminan entre nosotros e iluminan tus días.
En vista de que esta entrada se ha extendido más de lo que pensaba, como de costumbre, y de que aún me faltan cosas por expresar, no desesperen, en una semana o dos espero colgar una segunda parte. Sean felices hasta entonces y mientras tanto aprendan a ponerse en la piel del otro.
P.D.: Me gustaría que el Blog fuera un poco más participativo y comentaran las entradas a partir de ahora. Puede hacerse de forma anónima si se quiere, y toda opinión sobre el tema es válida, pues incluso las críticas, buenas o malas, siempre serán bien recibidas. Recuerda que la riqueza del conocimiento reside en conseguir ver el mundo a través de los ojos de los demás
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