Party as reiligion

¿Qué pasaría si cogiéramos los 10 mandamientos que ya conocemos desde niños y los adaptáramos a algo de nuestra vida actual?, las fiestas por ejemplo. Quizás deberíamos empezar a adorar a un dios de la juerga, o quizás a una diosa. Estoy seguro en un noventa y nueve por ciento, de que en caso de existir, sería una mujer.

Al caso, me apuesto a que sus mandamientos serían así de molones:

1.- " Amarás las fiestas sobre todas las cosas". Y es que resulta lógico que si no hay pasión, las cosas no se hacen bien.

2.- "No utilizarás el nombre de tu “ex” en vano". Si se te escapa en una conversación durante la noche será solo para despotricar y no para lamentar nada. Muy pocos “ex” se quedan en el cajón de amigos o conocidos que soportas, el resto apesta. Esto es así de toda la vida.

3.- "Santificarás las fiestas". La verdad es que este mandamiento se lo he copiado a la Iglesia Católica, pero ¿qué se le va a hacer? ¡Hay que divinizar a las fiestas!

4.- "No le contarás nada a tu padre y a tu madre". Y si es muy fuerte, ni a tus amigos, hermano/a, perro, gato, canario, tortuga... Nadie puede saber eso que pasó.

5.- "Matarás por conseguir tu sitio en una tarima". Sabes muy bien que esa petarda, o ese postureoso de ahí arriba no merecen ese puesto. Ese es tu lugar.

6.- "Cometerás actos impuros". Si me siguen, no creo que hagan falta más explicaciones.

7.- "No robarás el ligue de un amigo". Y es que resulta incómodo tener a buitres volando alrededor de la chica que te gusta y con la que casualmente estás hablando, esperando el mínimo despiste para lanzarse en picado a por la presa.

8.- "No darás falsos testimonios". Bueno… si es necesario omitir detalles y cambiar un poco la historia, pues tampoco pasa nada. A ver, ¿acaso las adaptaciones literarias en el cine son fieles al cien por cien?

9.- "Consentirás pensamientos y deseos impuros". No siempre se tienen, pero es algo normal a ver, para qué engañarnos, y más cuando de tus venas podría destilarse una botella de vodka.

10.- "Codiciarás los mecheros, cigarrillos, cervezas, copas, hielos ajenos…". Cuando se le acaba a uno lo suyo, se activa en el cerebro el modo mendigo y a veces un buche de la copa de un amigo durante una noche de desfase, puede ser mayor salvación que una fuente en un desierto. 

Siento haber estado un poco ausente últimamente, pero si crees que algún mandamiento tiene que mejorarse, quieres añadir un undécimo, un duodécimo, un decimotercero... o si te ha gustado, discrepas en algo, o si simplemente quieres aportar tu opinión, de forma anónima o pública, recuerda que puedes comentar esta entrada, pues toda opinión es válida e interesante. Además puedes colaborar compartiendo esta publicación en tus redes sociales para que tus amigos puedan leerla, y siguiéndome en Twitter (arriba, a la izquierda), donde puedes dejarme ideas sobre las que te gustaría que hablara en el Blog.

Y recuerda, no olvides estar atento a lo que te rodea, siempre puedes aprender algo nuevo ahí afuera.